viernes, 23 de marzo de 2012

Carta a los Reyes Magos.

Empezaré diciendo que este texto que voy a escribir, lo escribí ya una vez en las navidades de 2008 y que afortunadamente el 26/12/2008 se me hizo realidad. Espero que os guste.

Para comenzar, he de decir que soy un ser simple e insignificante, Un componente más de esa masa humana que se encuentra habitando este mundo.
Y como tal, seguramente, a ustedes les sorprenderá mi desorbitada petición, por que deseo algo tan especial, tan complejo, tan apoteósico, que en muchas ocasiones pienso que es casi imposible. Quiero darle sentido a mi vida, quiero sentir una felicidad tan envolvente que me haga no poder borrar una sonrisa tonta de mi cara, quiero evadirme completamente de este mundo de mierda, quiero amar.

Pero no amar sin más, no, no quiero un amor de película que no es más que una caduca ilusión. No quiero amores de un día, ni de 100 años, no quiero amar de mentira, ni un guaperas inútil que no sabe ni cuánto suman cinco más siete. No quiero creer que estoy enamorada sin estarlo, llorar por alguien a quien no amo ni nunca amé, vivir engañada respecto a mis sentimientos... No quiero actores, ni falsos poetas, ni magos del amor, no quiero no; mi único deseo es tan simple y a la vez tan complejo... mi único deseo es amar de verdad.
Amar a alguien con tal fuerza que crea que se me va a salir el alma por la boca, que sea mi octava maravilla, algo que nunca creía que pudiera existir.

Pasar mil otoños a su lado, poder sentirme a su lado como nunca me había sentido, Que aunque estemos a miles de kilómetros, pudiera notar su respiración y sus latidos en mi corazón, cuidándome, protegiéndome, queriéndome.
Quiero encontrar mi mitad, quien encaje en mi puzzle, alguien con quien perder el tiempo, con quien soñar despierta, con quien alcanzar lo inalcanzable, alguien con quien sí sea yo. Ese al que con solo mirarlo me baste para curiosear su alma y volar como un pájaro en la inmensidad del cielo.

He creído en alguna ocasión estar enamorada, enamorada de verdad; he creído querer con el corazón, y he querido no volver a querer. He creído también que toda esperanza había muerto y que ya nada tenía sentido.
Pero, con el paso del tiempo, sé que realmente eso no era amor, al menos no el amor que quiero, amor real. Porque sé que yo nunca fallaría a ese amor que amo, ni él me fallaría a mí.  Todo pasa, pero no él, el amor verdadero vive en mí como una pequeña chispa que lucha pro arder y que algún día conseguirá, cuando alguien encienda una cerilla que la haga explotar.

Por eso, queridos Magos de Oriente, les digo que es muy exagerado el regalo que pido, pero les prometo que si me lo traen, nunca dejaré de cuidarlo, incluso mejor que a mí misma.

Otro año más el mismo deseo, esperemos que éste haya suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario